Acatepec

Acatepec


El ultimo de nuestros puntos AcatepecSituada a 13 kilómetros de la ciudad de Puebla por la carretera federal a Atlixco, y a 20 por la recta a Cholula, esta pequeña población posee también una soberbia iglesia de estilo barroco mexicano, cuyo decorado se realizó entre 1650 y 1750, cuando la talavera y el barroco poblanos vivieron su mayor apogeo.
Para la mayor parte de los historiadores del arte el templo de San Francisco Acatepec es el máximo representante del barroco talaveresco en nuestro país.


En la Enciclopedia de arte mexicano, apartado Colonia, Manuel González Galván sostiene que: “Ante la rica fachada de la iglesia de San Francisco Acatepec lo primero que llama nuestra atención es tu total recubrimiento “talaveresco”, el primero de los fustes de sus cuerpos es “tristóstilo”; los dos segundos, “estípites”, y la torre salomónica”.


Agrega el mismo autor que: “El talaveresco tuvo sus primeras manifestaciones ya desde el siglo XVII pero sólo adquiere sistematización y máximo esplendor en el siglo XVIII, aunque es una modalidad limitada a las zonas poblana y tlaxcalteca, extiende su acción a todo el país…”

Construida en el siglo XVII, la fachada esta finamente decorado con mosaicos de talavera los cuales fueron incorporándose al edificio durante un siglo, de 1650 a 1750, época de oro de la producción de la talavera. Los mosaicos son de múltiples colores y fueron elaborados expresamente para ésta iglesia. Consta de dos cuerpos y un remate orlado de volutas, con flameros que se repiten en la espadaña y en la torre, dando la impresión de fina repostería.

El barroco se define en las columnas salomónicas de la torre, y el churrigueresco se perfila en los estípites del segundo cuerpo y el remate.

La riqueza decorativa exterior se complementa con la modalidad de barroco estucado y en este caso, como en algunos otros, no sólo se elaboran infinidad de figuras, sino que el estuco se ornamenta con color dorado.

El interior no es menos asombroso: su decoración fascina tanto por la densidad y brillantez de las formas, como por la expresión de las imágenes.
A diferencia del templo de Tonantzintla, en el de Acatepec no se insinúa el mundo indígena. Partiendo de la bóveda del coro, las yeserías refieren la Encarnación y el Alumbramiento del Hijo de Dios, mediante las figuras de la Santísima Trinidad y de un sol resplandeciente, y como consecuencia la formación de la Sagrada Familia, que aparece en la bóveda del testero.
Los evangelistas que narran dichos pasajes figuran en los arcos laterales de la bóveda solar, con los atributos que los caracterizan: san Marcos con un león, san Mateo con un ángel, san Lucas con un toro y san Juan con un águila. La imagen de san Francisco, a quien la iglesia está dedicada, se encuentra dentro de una vitrina, entre las columnas helicoidales del retablo central.

Como en muchos espacios religiosos se presenta la antítesis bueno-malo, podemos ver santos y ángeles, pero de igual manera podemos observar un ser que simboliza lo malo.

Dado que en la época colonial y hasta la primera parte del siglo XIX la iglesia controlaba lo relacionado con las defunciones y entierros, en algunos atrios existen tumbas, es este caso es así y siguiendo la modalidad regional están recubiertas parcialmente con azulejos.










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